1. Como ciudadanos y pastores, los Obispos del Uruguay queremos hacer llegar un afectuoso saludo a todos los trabajadores de nuestra patria. Junto a ustedes, acompañamos y conmemoramos este día, que es de memoria y reflexión sobre una de las actividades que pueden –en condiciones dignas–humanizarnos y generar el bien vivir de nuestras familias. Efectivamente, el trabajo nos coloca junto a Dios como co-creadores, partícipes activos en la obra de la creación.
2. Hoy en día el mundo del trabajo comporta una realidad muy compleja y amplia. Existen muchas y variadas situaciones laborales. Hay trabajadores rurales que llevan adelante sus propios establecimientos, otros son dependientes y otros son zafrales. En las ciudades hay trabajos públicos y
privados. Aunque la mayoría se realizan en condiciones formales, legales y dignas, otros se alejan de dichas condiciones. Es especialmente preocupante el desempleo en general y particularmente el juvenil que «cercena en los jóvenes la capacidad de soñar y de esperar, y los priva de la posibilidad de contribuir al desarrollo de la sociedad.»1
privados. Aunque la mayoría se realizan en condiciones formales, legales y dignas, otros se alejan de dichas condiciones. Es especialmente preocupante el desempleo en general y particularmente el juvenil que «cercena en los jóvenes la capacidad de soñar y de esperar, y los priva de la posibilidad de contribuir al desarrollo de la sociedad.»1
3. Reconocemos que hay avances significativos como resultados de acuerdos logrados a través de los consejos de salarios; la inclusión laboral de personas con capacidades diferentes; mayores exigencias de seguridad laboral; licencias para madres y padres... Se nos presenta también en el horizonte de este tiempo, el nuevo fenómeno de la llegada de hermanos migrantes que buscan en nuestra patria el ejercicio de la dignidad del trabajo y vivir en paz.
4. El trabajo es mucho más que una fuente de sustento. Es el ámbito de un múltiple desarrollo personal y comunitario «donde se ponen en juego muchas dimensiones de la vida: la creatividad, la proyección del futuro, el desarrollo de capacidades, el ejercicio de los valores, la comunicación con los demás, una actitud de adoración».2 Como Iglesia, como pastores, queremos animar a todos a seguir recorriendo el camino de la búsqueda de mejores y más justas condiciones laborales.
5. Que San José Obrero, patrono del mundo del trabajo, ayude a la mujer y al hombre, trabajadores, a que en el inicio de cada jornada se sientan constructores de su patria.
Los Obispos del Uruguay
30 de Abril de 2019
30 de Abril de 2019
1 Papa FRANCISCO, Exhortación Apostólica postsinodal Christus vivit, 2702 Papa. FRANCISCO, Carta Encíclica Laudato Si’, 128
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