jueves, 13 de mayo de 2021

La Ascensión: "El Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios" (Marcos 16,15-20)

 La ascensión:

…el Señor Jesús fue llevado al cielo y está sentado a la derecha de Dios.
Así resume el evangelista Marcos lo que celebramos este domingo: la ascensión de Jesús.
De allí vienen las palabras que rezamos en el Credo:
“Subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso”
Estar junto al Padre es estar en el amor del Padre. La ascensión de Jesús nos muestra a dónde y a qué hemos sido llamados: a ser recibidos también nosotros, un día, en el amor del Padre.
Es que Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, no se ha desprendido de su humanidad; al contrario. Resucitado, se manifiesta su realidad escondida: el Hijo de Dios es verdadero Dios; pero ahora no queda escondida, sino también manifestada su otra naturaleza, su otra realidad: hombre verdadero. “Hay un hombre en el seno de Dios”, como decía Monseñor Parteli, que fue arzobispo de Montevideo. Hay un hombre en el seno de Dios y ese es Jesús Resucitado. No ha ido allí para quedarse solo, como el único elegido, sino para ser el primero, el que precede, el que abre camino a una existencia nueva, plena y feliz a la que todos estamos llamados.

En la primera lectura que escuchamos este domingo, el libro de los Hechos de los Apóstoles nos cuenta que Jesús ascendió delante de sus discípulos y que éstos “lo vieron elevarse” y “permanecían con la mirada puesta en el cielo, mientras Jesús subía”. Dos hombres vestidos de blanco -dos ángeles- se les aparecieron y les dijeron: 

“Hombres de Galilea ¿por qué siguen mirando al cielo?”.

El cielo es la meta: pero la misión está aquí, en la tierra: 

“Vayan por todo el mundo, anuncien la Buena Noticia a toda la creación. El que crea y se bautice, se salvará. El que no crea, se condenará.”,

les dijo Jesús antes de partir. 

La ascensión humana comienza en todo lo que hace más humana nuestra vida. San Pablo VI enseñó que el verdadero desarrollo de los pueblos es el pasaje de condiciones de vida menos humanas a condiciones de vida más humanas, superando la miseria y el egoísmo, las estructuras opresoras, la explotación y la injusticia hasta llegar a participar, como hijos e hijas, en la vida de Dios vivo, Padre de toda la humanidad. La ascensión es la fiesta de la superación humana a través de Jesús resucitado, vencedor del pecado y de la muerte.

Jornada de las Comunicaciones Sociales

En el día de la Ascensión la Iglesia celebra también la Jornada Mundial de las Comunicaciones.
Para esta jornada, el papa Francisco nos ofrece un mensaje titulado 

“«Ven y lo verás» (Jn 1,46). Comunicar encontrando a las personas donde están y como son”.
Dice Francisco:
“La invitación a “ir y ver” que acompaña los primeros y emocionantes encuentros de Jesús con los discípulos, es también el método de toda comunicación humana auténtica. Para poder relatar la verdad de la vida que se hace historia es necesario salir de la cómoda presunción del “como es ya sabido” y ponerse en marcha, ir a ver, estar con las personas, escucharlas, recoger las sugestiones de la realidad, que siempre nos sorprenderá en cualquier aspecto.
El “ven y lo verás” es el método más sencillo para conocer una realidad. Es la verificación más honesta de todo anuncio, porque para conocer es necesario encontrar, permitir que aquel que tengo enfrente me hable, dejar que su testimonio me alcance.”
Francisco concluye invitándonos a rezar:
Señor, enséñanos a salir de nosotros mismos,
y a encaminarnos hacia la búsqueda de la verdad.

Enséñanos a ir y ver,
enséñanos a escuchar,
a no cultivar prejuicios,
a no sacar conclusiones apresuradas.

Enséñanos a ir allá donde nadie quiere ir,
a tomarnos el tiempo para entender,
a prestar atención a lo esencial,
a no dejarnos distraer por lo superfluo,
a distinguir la apariencia engañosa de la verdad.

Danos la gracia de reconocer tus moradas en el mundo
y la honestidad de contar lo que hemos visto.

Santos de esta semana:

El 16 de mayo en Argentina y Uruguay se recuerda a San Luis Orione, Don Orione (1872-1940), fundador de la Pequeña Obra de la Divina Providencia, presente en nuestra diócesis. Es también el día de San Simón Stock (1165-1265), carmelita, superior general en el siglo XIII. Recibió de la Virgen del Carmen el escapulario que muchos llevan con devoción.

El viernes 21 recordamos a San Eugenio de Mazenod (1782-1861) fundador de los Oblatos de María Inmaculada.

El sábado 22, una santa muy querida: Santa Rita de Casia (1381-1457).

Noticias: canonizaciones, ministerio del Catequista, Pentecostés

Y ya que hablamos de santos, a comienzos de este mes se aprobó la canonización del Hermanito Carlos de Foucauld (1858-1916), fundador de una escuela espiritual que ha tenido y tiene muchos seguidores en Uruguay y también de la que será la primera santa uruguaya: la Madre Francisca Rubatto (1844-1904). Uruguaya, no por nacimiento, sino por elección. Aquí quiso que terminara su vida y en nuestra tierra descansan sus restos en espera de la resurrección.

El martes pasado, el papa Francisco hizo público un documento en el que crea el ministerio laical del catequista. Este ministerio podrán recibirlo hombres y mujeres de profunda fe y madurez humana, a través de un Rito de Institución. Esto supone una vocación debidamente discernida, formación y experiencia. Es un reconocimiento importante de la Iglesia universal para este servicio de educación en la fe que mayoritariamente está confiado a mujeres en nuestras parroquias y comunidades.

El sábado próximo, vísperas de Pentecostés, la Pastoral Juvenil de Canelones organiza una vigilia de oración virtual, convocada para las veintiuna y treinta con el lema “El Espíritu nos renueva”. Más información en la página Instagram de Pastoral Juvenil.

Y esto es todo por hoy, amigas y amigos. Por favor, cuídense mucho. Que el Señor los bendiga y hasta la próxima semana si Dios quiere.

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