miércoles, 23 de agosto de 2023

“Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo” (Mateo 16,13-20). Domingo XXI durante el año.

Amigas y amigos: último domingo de agosto, que abre una semana cargada de acontecimientos; pero antes, vayamos al encuentro de Jesús que sigue llevándonos con sus discípulos por los contornos de su tierra.
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: 
«¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?» (Mateo 16,13-20)
Filipo era uno de los hijos del rey Herodes el Grande, el Herodes de la época del nacimiento de Jesús. Filipo fundó una ciudad a la que puso el nombre de Cesarea, en homenaje al César, el emperador romano. Como ya existía otra ciudad del mismo nombre, conocida como Cesarea Marítima, porque se encontraba en la costa, esta otra ciudad era identificada como Cesarea de Filipo. No se dice que Jesús haya entrado a la ciudad, sino que llegó “a la región”. Parece que Jesús no estaba buscando el encuentro con habitantes de la zona, sino más bien estar con sus discípulos. Como hemos escuchado, les preguntó qué decía la gente de Él.
Ellos le respondieron: «Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas». (Mateo 16,13-20)
Es curioso que nadie piense que Jesús es al menos un nuevo profeta y que todos lo relacionen con alguien del pasado, aún del pasado reciente, como Juan el Bautista. No dejan de verlo como alguien importante, pero no aciertan a interpretar quién es Jesús.
«Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?»
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: 
«Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo». (Mateo 16,13-20)
La respuesta de Pedro es totalmente acertada, y así lo reconocerá Jesús. 
Es una respuesta desde la fe, desde un don especial que Pedro ha recibido de Dios, porque lo que dice no es algo que se pueda conocer solo humanamente.
En base a esa fe de Pedro vendrá la especial confianza depositada por Jesús en el apóstol:
«Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia». (Mateo 16,13-20)
Pero no vamos a detenernos hoy aquí. Intentemos adentrarnos en el sentido de lo que dice Pedro. En primer lugar, dice que Jesús es el Mesías.
Mesías significa ungido, palabra que, en griego, se traduce como “Cristo”. La unción es un signo de que Dios ha elegido a alguien para una misión y le ha entregado el Espíritu Santo para que pueda realizarla. En Israel eran ungidos los reyes, los sacerdotes y los profetas.
Pedro no dice “un ungido”, (un Mesías) sino “el” Mesías, es decir ese hombre ungido por Dios para llevar al pleno cumplimiento su plan de salvación.

Notemos que Pedro agrega otra nota. Jesús no es solamente “el” Mesías, “el” ungido, un ser humano especial, sino “el Hijo de Dios”. Dios no se ha limitado a elegir a un buen hombre sino que ha enviado a su propio Hijo, que se ha hecho hombre, que ha asumido nuestra naturaleza humana. Es que el proyecto de salvación de Dios para la humanidad tiene como realización plena convertirnos en sus hijas e hijos, por medio de nuestra unión con Jesucristo, el Hijo único de Dios.

Finalmente, tomemos nota de que Pedro nombra a Dios llamándolo “Dios vivo”, que también se puede traducir como “Dios, el viviente”.
Ese adjetivo puede parecernos un poco redundante, pero no olvidemos que Jesús y sus discípulos están en una tierra donde se adora a otros dioses. En Cesarea de Filipo había un importante santuario del dios Pan. Detrás de esa expresión de Pedro puede estar lo que expresa el salmo 115:
Nuestro Dios está en el cielo y en la tierra,
él hace todo lo que quiere.
Los ídolos, en cambio, son plata y oro,
obra de las manos de los hombres.
Tienen boca, pero no hablan,
tienen ojos, pero no ven;
tienen orejas, pero no oyen,
tienen nariz, pero no huelen.
Tienen manos, pero no palpan,
tienen pies, pero no caminan;
ni un solo sonido sale de su garganta.
En definitiva, los dioses paganos son dioses muertos, inertes; el Dios verdadero es el viviente.
Unámonos a Pedro en su profesión de fe, para que, creyendo en el Hijo de Dios vivo, tengamos vida en Él. Escuchemos y pongamos en práctica su Palabra, Palabra de Vida y Salvación.

Fazenda de la Esperanza: 40 años

Recibir la Palabra de Dios como Palabra de Vida es uno de los pilares de la Fazenda de la Esperanza, una comunidad terapéutica que nació en Brasil hace 40 años. Una comunidad que fue creciendo y extendiéndose por el mundo, llevando esperanza a personas adictas que quieren recuperarse y a sus familias.
En 2009 se abrió la primera casa de la Fazenda en Cerro Chato, Diócesis de Melo. En 2015, una casa femenina en la ciudad de Melo y, hace tres años, una segunda casa masculina se inauguró en Punta Rieles, Montevideo.
Además de las tres comunidades, la Fazenda impulsa los Grupos Esperanza Viva, los GEV, que son, por ahora, cuatro en Uruguay y funcionan en Maldonado, Treinta y Tres, Montevideo y Las Piedras. Allí se acercan quienes quieren conocer la Fazenda, encuentran apoyo quienes han pasado por ella y los familiares de los internos. También participan personas que quieren vivir la espiritualidad que propone esta comunidad.
En estos días se festeja en Uruguay estos 40 años de vida y servicio.
  • Domingo 27, desde las 16 horas, fiesta con los fundadores en la Fazenda Monte Carmelo
  • Lunes 28, Misa en la Catedral de Montevideo a las 19 hs.
  • Martes 29, 18 horas, Mesa redonda con los fundadores y otros invitados en el Club Católico: “Problemática de las drogas: ¿hay una respuesta?”.

Llega septiembre

Y llega septiembre, con anuncios de primavera.
  • En la Iglesia, es el Mes de la Palabra de Dios, para que la meditemos y la vivamos.
  • Es el Tiempo de la Creación, siguiendo la propuesta del Papa Francisco en Laudato Si’ para preocuparnos y ocuparnos en un mayor cuidado de la Tierra, nuestra Casa común.
  • Y el primer domingo, como es tradición de la Iglesia en el Uruguay, Jornada Nacional de la Juventud. En nuestra diócesis la celebraremos desde la mañana en Villa Guadalupe, culminando con la Misa a las 16 horas.

En esta semana

Domingo 27, Santa Mónica

Lunes 28, San Agustín

Martes 29, martirio de san Juan Bautista

Miércoles 30, Santa Rosa de Lima, patrona de tres parroquias y de Fortín de Santa Rosa.
Fiestas patronales:
- Pueblo Santa Rosa. Miércoles 30, 14:30 procesión, 15:00 Misa 
- Empalme Olmos: Sábado 2, 16:00 horas. 
- El Pinar: Domingo 3, 10:00 horas 

Jueves 31, San Ramón Nonato, patrono de la parroquia de San Ramón. 15:30 procesión y luego Misa.

Y esto es todo por hoy, amigas y amigos. Que los bendiga Dios todopoderoso: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén.

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