La advocación de “María Auxiliadora” o “María, auxilio de los cristianos” está profundamente unida a la familia salesiana. Sin embargo, se sabe que ese título o esa forma de invocarla a la Madre de Dios viene desde mucho antes.
Batalla de Lepanto, de Lucas Valdés. Iglesia de Santa María Magdalena, Sevilla En lo alto, la Virgen del Rosario |
Recibió especial impulso con el Papa San Pío V, después de la batalla de Lepanto, que se libró el 7 de octubre de 1571, entre una flota cristiana europea y la flota del Imperio Otomano. De ese acontecimiento histórico surge la memoria de Nuestra Señora del Rosario, que se celebra el 7 de octubre. Nuestra Señora del Rosario suele ser representada con una túnica de color rojo o rosa viejo y un manto azul: los colores que tomará también la Auxiliadora.
Papa Pío VII, de Jacques-Louis David Pontífice desde el 14 de marzo de 1800, hasta su muerte, el 20 de agosto de 1823 |
Pero ¿cómo se establece la fecha del 24 de mayo, para la conmemoración de la Auxiliadora? Eso se lo debemos al Papa Pío VII y a las peripecias que vivió en tiempos de Napoleón Bonaparte.
Arresto del Papa Pío VII en el Quirinal durante la noche del 5 al 6 de julio de 1809. Museo Chiaramonti. |
Sin entrar en detalles ni razones, que demandarían explicaciones complejas, el hecho es que en 1808 el papa fue hecho prisionero por Napoleón y permaneció detenido en Savona y luego en Fontainebleau. No nos imaginemos que el papa estaba encadenado y arrojado en una miserable mazmorra a pan y agua, porque no fue así. Fue huésped en cómodas residencias… de las que no podía salir y, aunque podía cumplir algunas de sus funciones, no lo podía hacer cabalmente, no lo podía hacer con libertad.
En 1814, con la primera derrota de Napoleón, el papa fue liberado y emprendió un triunfal viaje de regreso a Roma, visitando a su paso numerosos santuarios marianos, agradeciendo a la Virgen por su liberación.
24 de mayo de 1814: regreso del papa Pío VII a Roma. |
El 24 de mayo, sí: el 24 de mayo de 1814 entró a Roma.
Pero el período napoleónico no había concluido. El emperador regresó de su exilio, reorganizó su ejército y comenzó a amenazar de nuevo a Europa. Por su seguridad, el papa dejó Roma.
El 7 de julio de 1815, ya derrotado definitivamente Napoleón en Waterloo, Pío VII estableció la fiesta de María Auxiliadora, fijando como fecha para celebrarla el aniversario de su primera llegada a Roma, es decir, el 24 de mayo.
Todo esto puede parecernos muy lejano en el tiempo. Sin embargo, no lo era para san Juan Bosco. El fundador de los salesianos nació el 16 de agosto de 1815: poco más de un mes después de que el papa estableciera la fiesta de la Auxiliadora.
El niño Juan Melchor Bosco y mamá Margarita |
El niño Juan Melchor creció en el marco de las primeras celebraciones de aquella fiesta, los 24 de mayo de cada año, cuando aún se recordaban las tribulaciones vividas por el papa, que fue también el papa de su niñez, ya que Pío VII murió cuando el niño Juan Melchor tenía ocho años.
Cincuenta años después, en el año 1865 y a pedido de Don Bosco, Tomás Andrés Lorenzone pintó el cuadro que sería instalado en la Basílica de María Auxiliadora, en Turín.
Basílica de María Auxiliadora, Turín, Italia |
De allí surge la imagen de la auxiliadora que nos es más familiar. Su vestimenta tiene, como hemos dicho, los colores de la Virgen del Rosario; sostiene al niño Jesús en su mano izquierda y en la derecha lleva el cetro, símbolo del Mesías al que ella ha dado a luz. Tanto la madre como el hijo están coronados.
El cuadro se completa con numerosos ángeles, los Doce Apóstoles, los cuatro evangelistas y San Pablo. Pero todos esos detalles los podemos apreciar en el video que hemos colocado arriba.
Nos ponemos bajo el amparo de María Auxiliadora, en la confianza de que ella nos conducirá siempre a su Hijo y nos animará a escuchar y a poner en práctica su palabra.
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