P. Lucas (Foto: Sebastián S.) |
Quiero dar un saludo a todos, en primer lugar a los sacerdotes, y también los diáconos, las religiosas, y tantos laicos de la diócesis con quienes he trabajado a gusto.
Tantos meses pasaron, muchos acontecimientos se sumaron: la ordenación diaconal de Luis Fernando y de Reinaldo; Mons. Cáceres recorriendo los caminos de Tierra Santa y del viejo continente; las visitas de Mons. Heriberto a los consejos pastorales de las parroquias de la diócesis; la tradicional peregrinación al Cerro Largo hace una semana... ¡y tantos otros que no conozco! La distancia aleja, pero el recuerdo queda. Y además, algo más que el recuerdo.
En sus palabras de despedida, nuestro obispo decía:
"¿Qué queda de esta presencia de Romualdo y Lucas? San Pablo nos dice que todo pasará menos la Caridad. "La Caridad no pasa nunca". Cada acción de verdadera, profunda caridad que realizamos, está ya guardada en el misterio de Dios. Estos dos sacerdotes han vivido entre nosotros, han ejercido esa caridad pastoral que es el centro de la vida del presbítero. Los despedimos, les damos gracias. Guardamos en el corazón el recuerdo de los momentos compartidos. Los recordaremos y encomendaremos en nuestra oración."
(Según el blog de Mons. Heriberto, Dar y Comunicar, 27 de diciembre 2010)
Así, estamos ubicado al comienzo de esta gran semana, en el corazón de nuestra fe: Dios es amor, y la prueba de su amor, es que el entregó su hijo único al mundo. Tal es el corazón de nuestra fe que celebramos en estos días; cada DÍA santo muestra una faceta de este amor tan grande.
Así quería decir por este mensaje “Ánimo”, “Quédense firmes en la fe” y también que estoy pensando en Uds., rezando por Uds., sus familias, en la comunión de este misterio de nuestra fe: “ámense unos a otros como yo los he amado”.
Un gran abrazo. Unidos en la oración,
P. Lucas
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