miércoles, 21 de diciembre de 2022

Nochebuena 2022: hace 250 años, José Artigas y sus hermanos recibieron el sacramento de la Confirmación. (Prof. Daniel Torena)

“Casa de Artigas” reconstruida en 1927. Sauce, Canelones.

El Capitán de los Reales Cuerpos de Milicias de Caballería de la Gobernación de Montevideo Don Martín José Artigas, ilustre miembro del Cabildo de la Ciudad de Montevideo, ocupó por muchos años altos cargos como alcalde, alguacil mayor y regidor. Fue un gran emprendedor y pionero, como propietario de la estancia del “Sauce–Solo”, por su casamiento con Francisca Arnal Rodríguez Camejo, criolla nacida en Montevideo, como Don Martín Artigas. Ella era heredera universal de los bienes de su padre, Don Pascual Arnal, canario de origen. 

Don Martín había heredado otra estancia de su padre, el famoso Capitán de Milicias de Caballos Corazas, Don Juan Antonio Artigas, fundador de Montevideo y miembro del Primer Cabildo. Poseía el título honorífico hereditario de “hijodalgo” o hidalgo; tenía una gran estancia en la región de Pando (que iba desde Pando, por todo Barros Blancos hasta la Escuela Militar de Aeronáutica) y otra en la costa del Río de la Plata, por su esposa, de la familia Carrasco. La familia Artigas era profundamente devota y practicante de los ritos y sacramentos de la Iglesia Católica. Don Juan Antonio Artigas y su hijo Don Martín Artigas eran miembros de la “Venerable Orden Tercera de la Merced”. Los Artigas tenían en sus propiedades rurales oratorios consagrados y en la campaña se mantenían todos los ritos de la Iglesia adaptados a la realidad de una campaña oriental despoblada. 

La oración diaria era común en la familia. En el Sauce, Don Martín había llevado a sus hijos varones a trabajar, desde niños, para que conocieran la dura vida del campo y aprendieran la labranza de la tierra y la cría de ganado, combinando con los tiempos de estudios con los Padres Franciscanos, que tenían un colegio en Montevideo. Diariamente en la mañana, al levantarse, se rezaba una oración (también al medio día y a la noche) y luego desayunaban abundantemente con leche, huevos, pan casero o galleta de campaña hecha al horno cuando iba su madre, que les dejaba galletas como tortillas para varios días, manteca y queso también elaborado por su madre y en alguna oportunidad con chocolate, como dice el historiador W. Reyes Abadie, lo que era un lujo. La carne al mediodía (y se dejaba algo para la noche) era la comida diaria, cocinada a leña, en el fogón de la casa acompañada con verduras de la huerta familiar (papas, zapallos, tomates, maíz y algunos frutales).

Toda la familia trabajaba en la huerta, en especial el padre y sus hijos varones, así como en el ordeñe y la cría del ganado. Don Martín fue un pionero en la región del actual Departamento de Canelones, creando el primer tambo, que fue el primero de la Gobernación de Montevideo, por sus características. En la estancia del Sauce se criaba ganado lechero y se hacía manteca casera y algunos quesos, además de producir leche para el consumo familiar. Se complementaba con la cría de ganado para carne y cuero y cultivos de verduras y hortalizas para el consumo de la familia. Así, con duro trabajo, se lograba el mantenimiento de las necesidades de la familia Artigas-Arnal, en un ambiente de espiritualidad y religiosidad impulsada por su padre, que además también buscaba que sus hijos se interesaran por la lectura de temas históricos, literarios y de las ciencias naturales.

Dando cumplimiento a las normas establecidas por la Iglesia, Don Martín, estando con sus cuatro hijos varones en la estancia del “Sauce-Solo”, resolvió llevar a sus hijos varones para que recibieran el Sacramento de la Confirmación. El 24 de diciembre de 1772, en la Nochebuena de ese año, llevó a Nicolás, José Gervasio, Manuel Francisco y Pedro Ángel a la estancia de Don Melchor de Viana, vecino de los Artigas, en las cercanías del Arroyo Pando. La estancia tenía una pequeña Capilla consagrada y allí se realizó la ceremonia religiosa donde en esa Nochebuena del 24 de diciembre de 1772, el futuro Prócer de la Patria recibió el sacramento de la Confirmación junto a sus hermanos y las hijas de Esteban Artigas, estanciero del lugar, hermano de Don Martín Artigas.

José Gervasio tenía ocho años de edad cuando recibió el sacramento en la “Capilla de Pando o del Arroyo Pando” (la localidad de Pando es muy posterior a 1783). La región del Arroyo Pando y del Arroyo del Sauce dependían del entonces “Curato de Las Piedras”, a su vez dependiente de la Iglesia Matriz de Montevideo. No existía tampoco la Parroquia ni Pueblo de San Isidro de Las Piedras, que se iniciará a partir de 1786. La primera Parroquia que se creó luego de la Iglesia Matriz de Montevideo fue la de Nuestra Señora de Guadalupe de los Canelones, el 28 de julio de 1775. De ella dependerían después otras capillas y vice parroquias como la de Las Piedras y San Juan Bautista de Santa Lucía. Sauce y su región pasó a depender de Las Piedras y ésta de Guadalupe después de 1775.

La descripción del niño José Gervasio Artigas, cuando recibió la confirmación, era la de un niño fuerte de ojos azules y cabello casi rubio. Toda su vida, el futuro General en Jefe de los Orientales, Don José Artigas, será un cristiano practicante de los ritos de la Iglesia y devoto de la Virgen del Carmen hasta su partida a la casa del Padre Celestial, el 23 de setiembre de 1850 en el Paraguay.

Prof. Mag. Daniel Torena.

Fuentes:

Archivo Artigas, Tomo l, del Archivo General de la Nación Montevideo. Edición 1943.
Archivo de la Iglesia Matriz de Montevideo.
Archivo de la Parroquia de San Isidro de Las Piedras.
Apolant, Alejandro. “Génesis de la Familia Uruguaya”, IV Tomos. Montevideo, 1975.
Menéndez, Elisa. “Antes de 1810”. Montevideo, 1953.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente aporte de un Patriota de Ley!!! A no perder la identidad Artigista que nos convoca como Orientales! Gracias por compartirlo Daniel