El miércoles 22 lo aproveché para conversar con algunos de los sacerdotes, y también para visitar la comunidad de las Hnas. Doroteas. A la vez, eso me llevó por la Parroquia Virgen de los Treinta y Tres (también llamada Cruz Alta) y algunas de sus capillas.
El jueves, como es habitual, los sacerdotes y diáconos de Melo nos reunimos para almorzar juntos, esta vez en el Obispado.
El viernes visité dos comunidades religiosas de Melo: las Benjaminas del Niño Jesús, que llevan adelante la academia Juan XXIII en Melo y la Pía Unión de la Medalla Milagrosa, conocidas como "las del Dámaso", porque son quienes animan la catequesis del Colegio Dámaso Antonio Larrañaga.
El sábado, el P. Lucas, Párroco de la Catedral, me invitó a visitar la Capilla en construcción dedicada a San Expedito, donde pude constatar que junto a la obra que se levanta "ticholo a ticholo" se está construyendo una comunidad de piedras vivas.
Hoy, domingo 26, celebré misa por la mañana en la Parroquia Buen Pastor, y luego tuve una interesante reunión con el grupo de adolescentes. Los gurises empezaron presentándome una coreografía que tenían preparada, y que busca enfrentar al adolescente con las consecuencias de sus opciones, y abrir a una Esperanza auténtica en la vida. Conversamos mucho, me hicieron muchas preguntas, y terminamos aprendiendo la canción hecha sobre la oración del Santo Cura de Ars "Te amo Dios mío".
Te amo, Dios mío y deseo amarte
hasta el último suspiro
te amo, Dios mío, infinitamente amable
prefiero morir a no amarte.
Te amo, Dios mío, y deseo el Cielo
para amarte siempre;
y si mi boca calla tu amor
que mi corazón lo diga al respirar:
te amo, Dios mío, infinitamente amable
prefiero morir a no amarte.
hasta el último suspiro
te amo, Dios mío, infinitamente amable
prefiero morir a no amarte.
Te amo, Dios mío, y deseo el Cielo
para amarte siempre;
y si mi boca calla tu amor
que mi corazón lo diga al respirar:
te amo, Dios mío, infinitamente amable
prefiero morir a no amarte.
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