Visité hoy en Cerro Chato, departamento de Treinta y Tres, el Colegio Artigas y el Hogar Quo Vadis, dos obras muy unidas en su espíritu y también por compartir su sede, calle por medio del templo parroquial. A las 11:00 celebré la Eucaristía con los niños del Colegio y luego, junto al P. Sebastián, el almuerzo con los niños del Hogar (muchos de los cuales son los mismos). Luego del almuerzo estuve cantando para y con los niños. Pude también dialogar con la directora del Colegio. el Director del Hogar y otros colaboradores de ellos, interiorizándome de las características de ambas obras, detrás de las cuales late la inspiración del P. Miguel García, quien fuera durante muchos años párroco de Cerro Chato.
Por la tarde visité la Granja Quo Vadis, donde ahora funciona la Fazenda de la Esperanza. Compartí la merienda con los jóvenes internos y los voluntarios, y me despedí animando a quienes habían iniciado la experiencia de la Fazenda. La meta para quienes desean dejar atrás su situación de dependencia es completar un año en la Fazenda, después del cual están en mejores condiciones de reintegrarse a una vida familiar y laboral.
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