martes, 21 de junio de 2011

En Perú, en camino a Caravelí: líneas de Nasca

El paisaje al costado de la ruta: "sequedad de sequedades..."
Torre de observación
En la torre
"Las manos"
"El árbol"
Entrada al sitio, con foto aérea que permite apreciar las figuras como se ven desde el aire

Invitado por las religiosas Misioneras de Jesús Verbo y Víctima para participar en la celebración de su cincuentenario, en Caravelí, estoy en Perú desde anoche. Llegué a Lima a la medianoche. En el aeropuerto me esperaban dos MJVV para conducirme a su casa Santa Teresa de Jesús en la calle Los Albaricoques, prácticamente al otro lado de la ciudad.
Temprano en la mañana me encontre con otros invitados: el P. Carlos, de la Diócesis de Salto, que vino en representación de Mons. Galimberti. El Obispo de Añatuya, Argentina, Mons. Adolfo Uriona FDP, con quien fuimos compañeros en Roma en setiembre de 2004, en un encuentro para nuevos obispos. El arzobispo de Huancayo, Mons. Pedro Barreto SJ, elegido en la reciente asamblea del CELAM como presidente del Departamento de Justicia y Solidaridad del CELAM. Varios obispos y sacerdotes peruanos, estos últimos vocaciones surgidas en las parroquias que llevan adelante las MJVV.
Después del desayuno, salimos rumbo a Caravelí. Nos anunciaron 12 horas de viaje, que se hicieron luego 14. En un alto en el camino tuve la grata sorpresa de poder contemplar dos de las famosas "líneas de Nasca", uno de los más interesantes aspectos arqueológicos del Perú, que no deja de ser un misterio: más de cien figuras enormes, trazadas en el suelo, solo visibles desde el aire. Nosotros pudimos verlas gracias a la torre de observación que se encuentra allí.
+ Heriberto

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