¡Ave, María, llena de gracia,
¡intercede por nosotros!
Tú has querido servirte de nosotras, miserables
llamándonos misericordiosamente al altísimo privilegio
de servir a Cristo en los pobres.
Has querido que fuéramos servidoras,
hermanas y madres de los pobres,
viviendo de gran fe y totalmente abandonadas
en la Divina Providencia.
Nos has dado hambre y sed de almas,
ardentísima caridad:¡almas, almas!
¿Qué hubiéramos podido hacer nosotras sin ti?
¿Qué podríamos hacer si Tú
no estuvieras con nosotros?
“En Ti la misericordia,
en Ti la piedad, en Ti la magnificencia;
en Ti se reúne todo
lo que hay de bondad en la criatura”.
¡Sí, sí, santa Virgen nuestra!
San Luis Orione
Tú lo tienes todo
y “Tú puedes todo lo que Tú quieres”.
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