martes, 1 de octubre de 2019

Celebración diocesana de la JNJ: Mucha vida en Fraile Muerto


Corría el mes de marzo del año 1753. Todavía no se había fundado la ciudad de Melo, lo que recién ocurriría años más tarde, en 1795. ¿Qué andaría haciendo el fraile Jozé Días (así está escrito en su lápida) por los pagos del Cerro Largo? Lo cierto es que, al intentar cruzar un arroyo, se ahogó. Desde entonces, la corriente de agua fue conocida como el Arroyo del Fraile Muerto. Y ese es el nombre que tomó la población que se fue formando a comienzos del siglo XX en las dos márgenes del arroyo. Fraile Muerto es hoy una ciudad del departamento de Cerro Largo. Cuenta con más de 3.000 habitantes y desde 1933 es sede de la parroquia Santísimo Redentor. Una comunidad religiosa, las Misioneras Franciscanas del Verbo Encarnado (MFVE), cumplirán el año que viene 70 años de presencia, conduciendo un Hogar de Ancianos y acompañando la vida pastoral de la parroquia, que abarca varios pueblos de la zona.

La parroquia de “Fraile” fue el lugar elegido por los animadores de jóvenes de la Diócesis de Melo para celebrar un encuentro juvenil. El sábado 28 de setiembre, por la mañana, fueron llegando jóvenes y adolescentes. Desde la ciudad de Treinta y Tres, vinieron del Oratorio Laura Vicuña, la Obra Social San Martín, el grupo JUPA de la parroquia San José y el Liceo Nuestra Señora de los Treinta y Tres. Por la Ruta 7 subieron jóvenes de la Fazenda de la Esperanza, en Cerro Chato y grupos de Santa Clara de Olimar, Tupambaé y Cerro de las Cuentas. Desde Melo llegó el Centro Juvenil de la Obra Social Salesiana Picapiedras y el grupo Scout Javier Mori, de la parroquia San José Obrero. Todos ellos fueron recibidos por los grupos que funcionan en el área de Fraile Muerto: el Cerro, Toledo y Wenceslao Silveira (sector conocido como “La Séptima”) y por gente de la comunidad, las MFVE y el P. Nacho, actual párroco.

Esta celebración fue la forma en que la Diócesis de Melo asumió la 41ª Jornada Nacional de la Juventud (JNJ) propuesta por la Comisión Nacional de Pastoral Juvenil de la Conferencia Episcopal del Uruguay. El lema elegido por los delegados de las diócesis, a comienzos de este año, fue “Encontrémonos offline”. “A veces estamos sentados en la misma mesa y nos comunicamos por el celular” dijo uno de los jóvenes participantes, explicando el porqué del lema: “la idea era encontrarnos cara a cara y mano a mano”.

Luego del desayuno ofrecido por la comunidad a los visitantes, la jornada arrancó con una serie de actividades organizadas por los Scouts para “romper el hielo”. Otros momentos de juegos dirigidos por ellos y por los animadores de las obras sociales posibilitaron el encuentro y la integración en interacción real.

“Jesús está presente entre nosotros” dijo Mons. Heriberto en un rato de oración en la Iglesia Parroquial. “Presente porque aquí, en el Sagrario, están las Hostias consagradas, es decir, Jesús; y porque Él dijo que donde dos o más se reunieran en su nombre, allí estaría, en medio de ellos”. El Obispo y el P. Nacho propusieron a los jóvenes un momento de celebración penitencial y fueron muchos los que se acercaron a los sacerdotes para hacer su confesión y recibir el perdón de Dios.
Después de otro tiempo de juegos, una chorizada liquidó la mañana. Al comenzar la tarde, divididos en cuatro grupos, los participantes se dirigieron a cuatro comunidades de Fraile Muerto, para protagonizar una “cacería misionera”, que suponía ir al encuentro de los vecinos para preguntarles algo de la historia del lugar y preparar una serie de trabajos para presentar en la Misa final.

Mons. Heriberto se despidió al comienzo de la Misa, alentando a los jóvenes a sentirse unidos más allá de su grupo, de su capilla, de su parroquia, en la Diócesis; y, desde la Diócesis, a toda la Iglesia, en comunión con el Papa Francisco. Después de agradecer la presencia de todos los participantes y el trabajo de los asesores y de la comunidad de Fraile, animó a continuar la coordinación diocesana de P. Juvenil, a participar en la coordinación nacional y a prepararse para la JNJ del año próximo, en Montevideo, en el marco del Congreso Eucarístico.

Uno de los jóvenes participantes compartió lo más significativo de la jornada: "Yo me quedo de recuerdo con la Misa, la Misa que es tan especial, hoy tuvo unos pequeños cambios que hicieron de ésta la mejor en la que he estado presenciando. La verdad que son de esas cosas que uno nunca piensa vivirlas pero se dan de repente y te quedan grabadas para siempre..."

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