lunes, 19 de abril de 2010



Nuestra Señora del Verdún, Minas
Santuario Nacional


El inicio de la ascensión entre la niebla
Los pies descalzos...
Junto a las estaciones del Via Crucis
La Eucaristía presidida por Mons. Wirz
Los Obispos en torno al altar, el pueblo reflejado en la vidriera de la capilla
(foto: gentileza de Guillermo Silva, Radio María)


La brumosa mañana de hoy no impidió que miles de peregrinos se congregaran en el Cerro del Verdún, para expresar su devoción a la Virgen María, en el día en que la Conferencia Episcopal del Uruguay proclamó "Santuario Nacional de Nuestra Señora del Verdún" al lugar.
Este reconocimiento llega después de una tradición que ya supera el siglo de peregrinaciones y devoción del pueblo uruguayo. Una devoción "popular", incluso en el sentido de que desborda los márgenes de lo que la Iglesia Católica organiza oficialmente. Muchos de los peregrinos llegan hasta Minas en excursiones organizadas a veces por pequeñas empresas de transporte de lejanos rincones del Uruguay.
Es tradicional la subida al cerro, a veces con los pies descalzos, haciendo una petición a la Virgen. Al bajar, algunos "promesantes" recogen una piedra para devolver al año siguiente, cuando llegue el momento de volver para expresar el agradecimiento por la Gracia recibida por la intercesión de María.
Este año, en el marco del Cincuentenario de la Diócesis de Minas, los Obispos integrantes de la Conferencia Episcopal del Uruguay se reunieron en Misa para celebrar la Eucaristía, presidida por Mons. Rodolfo Wirz, obispo de Maldonado-Punta del Este y Administrador Apostólico de Minas (la diócesis de Minas se encuentra vacante desde la renuncia de Mons. Francisco Barbosa, el año pasado, quien se encuentra actualmente fuera del país).
En su homilía, Mons. Wirz recordó algunas fechas históricas: el inicio de las peregrinaciones, más de cien años atras; la creación de la diócesis y la llegada de su primer Obispo, Mons. Cavallero; la fecha patria del 19 de abril, que desde el comienzo se quiso relacionar a esta devoción mariana. Evocó también el obispo muchas de las situaciones que hoy constituyen para muchos uruguayos un "Via Crucis" cotidiano: la pasta base, la violencia doméstica, el dolor, la enfermedad, la pérdida de seres queridos, diversas situaciones de pobreza, señalando - no obstante - las puertas de la Esperanza abiertas por Cristo Resucitado, el mismo Jesús que pasó por el Via Crucis cuyas escenas van jalonando la ascensión al cerro. Jesucristo vencedor de la muerte, Jesucristo que ofrece vida plena para el Uruguay de hoy.
Los fieles congregados para participar en la Eucaristía recordaron también otra fecha: hoy Mons. Wirz celebra su cumpleaños, y el canto del "Que los cumplas feliz" cerró la celebración inmediatamente después de que el Obispo diera su bendición.

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