lunes, 12 de abril de 2010
22 religiosas y religiosos de diez institutos de vida consagrada presentes en la Diócesis de Melo se reunieron hoy con Mons. Heriberto en el Obispado.
La reunión fue preparada por el equipo de animación de la vida religiosa de la Diócesis.
Después de una presentación de las personas (dado que hay algunos nuevos integrantes de diferentes comunidades) se rezó Laudes.
En la mañana, en grupos, los participantes reflexionaron a partir de un artículo de José María Arnaíz, SM: "Entre el silencio y el grito. ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? (Revista CLAR, julio 2009).
A partir de su lectura, los grupos compartieron convicciones, preocupaciones y desafios:
Convicciones
- la necesidad de espacios de silencio
- el silencio, único camino hacia nuestro interior y el interior del otro
- necesitamos momentos de silencio, a solas con Jesús en nuestra relación esponsal con Él
- un silencio escuchante, como el que vivió Jesús durante toda su vida
Preocupaciones
- demasiada actividad, donde es posible perderse antes que encontrarse
- recuperar la sencillez y la ternura del silencio
- que no nos convenzan de que no tenemos nada que aportar en una sociedad que ha perdido el silencio, el encuentro, la gratuidad, la trascendencia
- poner "máximo de vida y mínimo de estructura"
- preguntarnos qué servicio a la vida de los demás están dando nuestras estructuras.
Desafíos
- reconocer al Señor en la realidad que nos toca vivir
- escuchar, escuchar con verdadera apertura, sin estar pensando qué vamos a responder
- el silencio como profecía que acompaña el gemido del oprimido
- ir al encuentro con Jesús no en una perspectiva intimista "yo y Él, Él y yo", sino cargados de rostros de personas que nos rodean
- confiar en que nuestra experiencia pascual es lo que tenemos que comunicar, lo que tiñe todo
- Llegar en lo cotidiano a cada persona que nos hace llegar su grito de ayuda
Luego de la reflexión, la Eucaristía, el almuerzo, un tiempo de convivencia.
En el resto de la tarde, el P. Juan José Mosca, SJ, presentó el actual panorama de la CONFRU (Conferencia de Religiosos/as del Uruguay) y las posibilidades que ésta tiene de animar la vida religiosa en cada una de las diócesis. A partir de ese intercambio se fijaron algunas nuevas instancias de encuentro: una jornada de encuentro gratuito, de oración y recreación, que ayude a afianzar los lazos entre las comunidades y las personas en la comunión diocesana, y un nuevo encuentro de reflexión, éste animado por la CONFRU.
El final de la reunión se ocupó en la evaluación del objetivo del Plan Pastoral Diocesano de Melo, trabajo que se está iniciando en toda la diócesis, y a la evaluación de la propia jornada vivida.
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